lunes, 27 de noviembre de 2023

Cada uno en lo suyo

 Autor: Andrés González

En Caraballo cada uno a lo suyo, Nicasito a la embarazada y la parturienta, Ibarrola a lo demás, Lario lo mismo, este último en especial junto a su mujer era una especie de trabajador social, en su casa se tomaba y se disponía sin mucho permiso, realengosamente; desde un plato de comida caliente hasta las bicicletas y un largo etc.

Para las coyunturas salidas de lugar Tito Tabares era el indicado, con cebo de carnero embadurnaba la piel, tanteaba buscando el desajuste, tironeando dedos, apretando músculo, poniendo huesillos en su puesto sabía dejar todo compuesto y funcionando.

Para saber de tu futuro Guilla Perendengue y sus cartas “como vas a coger aviones” le dijo a mi mujer que ni pasaporte tenía, ese mismo año voló a Isla de Pinos y después pa’ que contar. A una nieta de Lola Xenes de visita comunitaria que no salía embarazada le dijo que a una calabaza le sacara la tripa y no sé qué más, el caso es que tiene dos hijas universitarias. Guilla siempre con sus sayas anchas, maquillada, con argollas enormes en sus orejas, pulsos de colores, y sus barajas.

El departamento de empachos lo manejaban por mencionar a un par de expertas Juana Guanajito y Zoila la viuda de Joseito el policía, con las palmas de sus manos embarradas de aceite vegetal, delicada y suavemente te recorrían el abdomen de arriba abajo de izquierda a derecha y creo que hasta rezaban. Para una inyección de Penicilina Rapilenta a la hora y a domicilio Amparo la madre de Pepo y Yuya es la campeona, “que mano” la afaman sus pacientes.

Salió Amparo esa tarde a las tres del taller de costura de Vivo donde trabajaba, cruzó la línea de las cuatro esquinas apurada porque las dosis intramusculares deben ir con el reloj, ni un minuto más ni un minuto menos. Gandinga que terminaba de fregar en la fonda de Ingracia y Luis la vio pasar contoneándose, se secó las manos en el delantal y comenzó a seguirla, pasaron en  persecución oculta frente a la carnicería de Rogelio, doblaron ella sin percatarse por la esquina de  Yoya y Orlando Gutiérrez, a los acordes de la melodía del acordeón de Diego Serrano unas niñas que jugaban en los portales oyeron a Gandinga balbucear para sí mismo “A perseguirla que va sin blumes”, “A perseguirla que va sin blumes”, así la siguió repitiendo este estribillo hasta que se perdió por el hueco oscuro de la puerta de su casa. Amparo entró directamente a su cocina puso el inyector de cristal y las agujas en un jarro de aluminio y encendió el fogón de luz brillante, las hirvió hasta que el cristal casi se blanqueó con la cal del agua, en la premura porque no se fuera la hora, tomó el jarro votó el agua hirviente, fue al pozo y de dos maniguetazos llenó el jarro de agua fría, metió las manos sacó las jeringas y las agujas, cruzó la calle y le dijo a Laudelina la madre de Gandinga que la esperaba parada en la ventana mirándola con su solo ojo y la otra órbita vacía tapada con un algodón “estamos en tiempo”, mientras mezclaba  vigorosamente el agua para inyección con el polvo blanco del bulbo de Penicilina, “que buena mano tienes Amparo” le dijo Laudelina agradecida después del pinchazo…..En el fondo aun en tenue susurro se escuchaba, “a perseguirla, a perseguirla que va sin…” Cada uno en lo suyo.




lunes, 11 de septiembre de 2023

Oferta especial

 Autor: Andrés González

El que quiere que le compren, se anuncia. Vender es el arte de persuadir, convencer al cliente de que lo que le ofreces le hace falta y que es de calidad suprema. Hace unos días sin remordimientos me enviaron una oferta para un lujoso camposanto…

La actividad comercial en Caraballo a mediados del pasado siglo era sorprendente, si en un mapa del pueblo de la época pusiéramos en círculos los lugares de los bares, bodegas, quincallas, talleres, gasolineras, coloreando las bolas en rojo y las calles en verde tendríamos un Pino Navideño y la estrella sería la Bodega de Orlando Flores en los 4 Caminos. Hagan el ejercicio mental y verán la infinidad de negocios particulares, incluyendo estudios fotográficos y servicios funerales, si le ponemos al árbol las barberías como foquitos se llenaría de luces.

Ernesto Guillama no se anunciaba, solo ponía una canoa de aluminio en el mostrador con chicharrones enormes asomando sus lomos crujientes, era suficiente. El Cubano tampoco se promocionaba, en su cuarto boutique atrás de la bodega del Chino Juan, colgada sus piezas, camisas, abrigos, pantalones de gabardina para la venta. Lo mismo que Marieta sus periódicos y revistas colgados con palillos de tender en su ventana.

Por los campos, Capote en un carretón de caballo abastecía a los guajiros con un servicio surtido de víveres (Amazon) manteca arroz café azúcar, no se anunciaba. Jesús la Campa te dejaba escoger los hilos, los encajes y los botones sin interceder y tomándose calmado y a sorbitos, su café, menos caliente en el platillo de la taza. Estelita la de Bulila era más dada a la gestión de estimular al comprador, sus bicicletas a la venta frente a la barbería de Rufino su padre; eran una tentación en la presentación, adornadas con parrillas y guardapolvos tachonados, asientos almohadillados, manubrios con colgantes flecos de colores o colas de animales, fotutos y timbres sonoros, irresistibles.

La excepción, Sara la Mora, vendía por la calle, de todo, volviendo a el símil del árbol  ella andaría por las ramas verdes, se le recuerda por su forma de promocionar sus variados productos, con su acento libanés un día capturó a Estela Bolaños en su portal, conversaron inicialmente sobre cosas triviales Sara le dijo “la muerte de ella no es como la de antes“, “quien se murió?” dijo Estela, luego se aclaró que era asunto de pronunciación se refería a (La Mortadella) entonces  pasando al negocio le propuso unos espejuelos para ver de lejos, le dijo “póntelos son tan buenos  que vas a poder ver desde aquí los conejitos blancos en la granja de Bainoa”. Sabía vender.




sábado, 3 de junio de 2023

¡JUICIO Carlitos, JUICIO!

 Autor: Andrés González

Se va Mayo aquí y me acuerdo de cuando se iba Mayo en Caraballo, ya para esos días, a casi, casi nadie le quedaba Cake, el de uno por casa, a cinco pesos y en caja de cartón, repartidos a cada bodega del pueblo con anterioridad al segundo domingo del mes, casi todos adornados con una flor de merengue roja y en letra cursiva la palabra “mamá” escrita sobre el merengue blanco. 

También a finales de mayo se apilaban las postales recibidas en las casas, eran fotografías a color, de bellas rosas y el reverso dejaba expresar por escrito tu amor y cariño (por 10 centavos) sin límites a todas las mujeres que conocieras. Repartirlas era el problema, millones de tarjetas antes del día de las madres era un esfuerzo colosal, un plan estratégico coordinado entre el correo, los comités de barrio, la FMC, la ANAP, como todo; era la tarea de todos los mayos, el Cake en tiempo y las postales en la mano, causa noble y pura y como todas al final, de lograrse, otra victoria…

Victoria tomó la plaza de cartera después del retiro de Emilio, para las mujeres del pueblo fue un alivio recibir las cartas sin galanteo a domicilio, aunque las “miradas de Emis” eran sin más ni menos un regalo. Gracias a las carreras de Pura la de Cuco la bodega de Tavito salió de todas las cajas de Cake el mismo día y ya el sábado en la noche todas las postales habían sido entregadas. Algunas a más tardar llegaron el domingo, cuando Edelmira recostada al marco de la puerta y con la planta del pie posada en la rodilla opuesta formando un número 4 perfecto recibió las de ella dijo “eso ‘ta en ti” cuando Odalina apresurada por tomar el tren hasta Camaguira recibió las suyas dijo “arriba Rony” arrastrando las erres, y cuando Victoria le entregó las postales a su tocaya la madre de Carlito Limpia Tuercas, oyó que mientras el, perfumado y peinándose tomaba veloz rumbo al parque la curva de la esquina del taller de Neno Ibarra y se volteó para decirle adiós a su madre ajustándose un botón de rosa roja en un ojal alto de la camisa ella aprovechó para gritarle a voz en cuello desde su pequeño portal “jJUICIO Carlitos, JUICIO!”. …

De esos Mayos viejos guardo esas frases y las uso todos los meses del año.




lunes, 20 de febrero de 2023

Mesurados, ni mu largos, ni mu cortos

 Autor: Andrés González

La moderación es el arte de no pasarse, lo que cuento de la gente y de los tiempos pasados de Caraballo trato de hacerlo lo más apegado a la realidad. Mis fuentes son mi memoria, las sugerencias de muchos amigos que me envían sus propios recuerdos, que me mencionan nombres, personajes, apodos y anécdotas. Al escribirlas trato de ser mesurado, no herir sensibilidades, aunque si no lo fuera habría mucho más que contar…..

Las carcajadas en el parque de Dago el hijo de Teodora no eran nada mesuradas, estruendosas hacían espantar las bandadas de gorriones de los aleros de los portales y posiblemente despertaban a la lechuza del campanario. A mí, subido en la placa de la turbina de la iglesia, me hacían levantar la vista del libraco de anatomía humana y aceptar que me había perdido el chiste.

Mingo Abreu era otro desmesurado (me lo contó un pariente) cuando para recalcarle a Ana su mujer que no podía mover el carro porque estaba ponchado saco el revólver y le pegó un tiro a cada una de las cuatro gomas. Desmesurada Chana, natural y virgen de quirófanos y silicona. Exagerado Juan cuando le preguntó la costurera que con cuántos bolsillos quería la camisa y desenfadado contestó que con siete.

Historias de exageración venían también de pueblos cercanos, cuentan que Rancho Grande el de la famosa frase de “Pi pi piaste tarde“ llegó a la bodega del central a comprar la caja de refrescos que le pertenecía por la cuota y cuando le preguntaron por los envases vacíos, requisito para la venta de los llenos dijo que no los necesitaba y frente al mostrador se bebió las 24 botellas de refresco prieto.

Un último ejemplo esta vez de mesura y equilibrio vino de Sara la Mora, Gladys su hija tenía una escuela privada por las 4 esquinas, salió un día a hacer una diligencia y dejó a Sara a cargo del aula, ¿un pupilo le preguntó a Sara “Con que Ve se escribe vaca, larga o corta?” ella sabiamente y con acento libanes le respondió “Rular mijo, rular, ni mu larga, ni mu corta …” Ese curso salió de Caraballenses mesurados.


martes, 10 de enero de 2023

Apodos Caraballenses

Autor: Andrés González

La noche vieja del 2022 la dejé ir tranquilo y a las doce no tiré un jarro de agua desde la puerta de la casa, evitando el día primero un mortal patinazo pues el agua se congela en minutos al tocar el piso y mucho menos salí con una maleta a caminar por mi actual barrio de casas con luces navideñas y con apellidos rotulados en los buzones de vecinos que casi no he visto en todo este tiempo de vivir en él.

Así que le eché mano a una revista de las que nos enviaba el doctor Nicasio Álvarez, me volví a leer un trabajo que publicó sobre los apodos por los que conocíamos a nuestros coterráneos les prometo compartir su trabajo cuando lo escanee mejor….. 

Esta es mi versión, incompleta, de un pueblo de manzanas perfectas, sin buzones con apellido donde todos se conocían. El equipo de pelota: Manager Aceituna, Lanzadores El Americano, El Grillo, Chilingue, y El Cometa; receptores Muso, El Guajiro Cuadro, Kike, Minino, Hueso, y La Vieja; en los jardines Venao, Macario y Juan el de Mente.

Ahora dejemos el deporte, pongámonos serios y vayamos a los mortuorios y las pompas fúnebres. Del tendido y el ataúd se hará cargo Botellita, de seguro uno de los primeros que estará en el velorio será Pincho el hermano de Prieta y manejará la carroza Pompeyo o Tite el cochero según el caso y te esperará en los Mangos de Peña para sepultarte según la época, el Patero o Chuito…. 

Si necesitas un “viaje “de arena estarán con sus camiones listos para ti Yito, Remache, Tato o Mamoncillo. Para excavaciones a pico y pala Sindo, Coco o Gandinga… Tendrás música con Chana al piano, El Cao en el saxofón, Fosforito en la batería, el Cojo en el trombón y Agua en la trompeta.

El Ronco hará mecánica automotriz ayudado por Limpia Tuercas en el taller ubicado entre Jovito y La Cancha. El Sordo en su locomotora pasará por las cuatro esquinas saludará a Ñango, Neneyo y a la Curra. Pichiro le dirá adiós con un tabaco en la boca parado en el bar del Chino. 

En el cine viejo, Cucho proyectará películas rusas, el Zurdo y Guarico ocuparán sus asientos VIP. Emis el cartero quizá se confundirá buscando a que flaco va la correspondencia dirigida, si a Fernando, si a Rodi el cantante o a mi o a qué Orestes? quizá Pelota? quizá Guayabo? 

El Manco le llevará los telegramas del comité militar al Gallo, al Gallego o a Ovi El moro, a Tatica, a Machito o a Panoya. Te lustraran tus zapatos en los sillones de Keko, de Billo o del Cojo. Veras pasar a la Ciega la de Melón por el medio del parque y a Acelera a toda velocidad curveando los bancos y los verdes canteros y paseando la vista por los portales veras a Pipí, Guilla, Tello, Risa, al Che, El Conde mi amigo, al Gago, A Niña Abreu hablando con Tato y el Rubio comentando que la noche pasada llegaron a Miami en lancha Zamalcan, Matanzas, Ojo e vaca, Findango y Cusi.