domingo, 23 de diciembre de 2018

Gracias Maestros

Autor: Lester López Carrió

Siempre me ha gustado estudiar, lo disfruto como una actividad de entrenamiento, que a la vez me ha abierto las puertas a muchos de los éxitos que he alcanzado en la vida; siempre se lo he dicho y continúo diciendo a todos los que me piden consejos, estudiar o una profesión no te garantiza nada, pero te da una gran caja de herramientas para triunfar.
Esto no hubiera sido posible sin buenos maestros en todas las etapas de mi vida, no me acuerdo de todos (ya me a veces necesito más mariscos para la memoria), pero puedo mencionar algunos. Prescolar mi maestra Cuca, primaria Amarilis, Yuri y Arbelo. Secundaria Amalia, Rene, Pichiro, Ligia, Barroso, Chinon. En el pre, el Físico Pedroso, Libertad, Arrocha, Mayra, Carlos matemático, Carlos Enrique de computación, Eugenio, Behovides, Alfredo el Vida Interna, el Quimiquito tío de mi hermana.
De la universidad no recuerdo muchos nombres, recuerdo sus materias o apellidos, Invalido de matemáticas, Céspedes de matemática, las artes marciales de telecomunicaciones, el profesor de las clases de magia (las clases de ondas electromagnéticas). En las maestrías me acuerdo de muchos (eso es mas reciente), Humberto, Gisela, Rafael Fraga, Caridad, Orestes y Edith.
Y de la vida he tenido muchos, me gusta aprender de todos. En especial de mis abuelos Carrio, Pico, mis dos Mimas fuentes eternas de sabiduría.
A todos ellos, en donde quieran que estén, muchas gracias y muchas felicidades.



miércoles, 21 de noviembre de 2018

Fotos del Pueblo

Fotos: Daniel Tápanes González

Comentario: Andrés González

Después de haber visto tanto, que tiene esa foto? que tiene? Si apenas son unos charcos, un campanario y unas palmas, un atardecer...raro, pero tiene algo... para los de allí, algo único .



Mon ami Kike

Autor: Andrés González

Kike Revilla me debe su matrimonio; yo le debo a él unas cuantas arrugas faciales de carcajearme con sus cuentos y su forma de contarlos. Le serví de Cupido Celestino una noche calurosa de festividad patronal en un junio distante. Estábamos parados y de brazos cruzados, él, Tito, y un servidor, entre otros feos de Caraballo; todos de pie con el habitual triste desencajo de los pasmados sin pareja junto a la glorieta del parque de San Antonio de Rio Blanco.
Venciendo mi timidez detuve a un trio de muchachas que avanzaban hacia nosotros conversando entre risas, “Aquí te presento un amigo”, le dije a la del centro, Revilla extendió su mano y ella estrechándosela, le sonrió; "ahora Kike", le dije... "preséntamela tu a mí"…
Salió a relucir esta anécdota cuando los visite hace 24 meses en su casa, de esa primera vez en lo adelante surgió una relación de amor y familia que aún perdura para ellos..... Lo recuerdo sentado con su portafolios de cuero amarillo en las piernas en una afelpada y roja butaca del cine Payret par de horas antes de entrar a trabajar a las aulas de la Escuela de Idiomas en la Manzana de Gomez. El único del pueblo y de la zona en esos tiempos capaz de entender a Fantomas a Delon o a Belmondo sin necesidad de subtítulos.
Pero en donde si era un regalo tener a Kike a tu lado era en el asiento al fondo del pasillo de una Ruta 49, carcajada segura y mantenida desde el Túnel de la Bahía hasta la bodega de Felipe el Chino en Jaruco, Cuentos triviales, familiares, verídicos, como el del día que el joven recluta Cacharro en ocasión de un pase reglamentario de su unidad militar fue a visitar a Sasi por primera vez y de paso pedirle su mano a la familia, Sasi la hermana de Kike estaba entonces en el proceso de espera de la reparación de su dentadura postiza y todos le habían aconsejado tratar de no reírse y procurar cubrirse la boca con la mano al hablar.....
Cuando Cacharro golpeó la puerta, Chucha su madre abrió una hoja de la misma, miro al soldado un poco intrigada y confusa….por detrás de ella apareció entonces la cabeza de Sasi que sin poder contener su alegría dijo muerta de risa EEEEHHH TUAAAQUIII!!!!...
Con Kike te orinabas de la risa, todo un,afrancezado caraballense, mezcla de Napoleón y Alvarez Guedes, con la diferencia de que el diminuto Emperador antes del furioso combate mandaba a orinar a la tropa.....Kike no.... el furiosamente lo hacía al final..."Mais c'est une autre histoire,je suis de'sole.."


lunes, 16 de julio de 2018

El despertador de Nini

Autor: Andrés González

Esta anécdota tiene más de un siglo; es sencilla, quizá intrascendente, me la contaba mi madrina Eloisa cuando rememoraba a su madre "Nini"; llegada al Caraballo en los tiempos de la Reconcentración de Wayler, proveniente del Hato de Río Blanco. Viuda y tirando a ambas manos de una hilera de 4 hijos famélicos y llorosos de hambre, caminando detrás de su casa de guano fijada en un marco cuadrado de horcones redondos y chirriantes paredes de tabla que se bamboleaba llena de muebles y trastos encima de una carreta de bueyes en una caravana polvorienta y al sol, escoltada por una columna de caballería de soldados ibéricos. 
Hicieron noche en el poblado San Antonio de Rio Blanco, noche que se hizo semana, suficiente tiempo para que el hacinamiento y el Tifus le mataran a los dos varoncitos más débiles, que dejo apilados antes de seguir camino, con otros cadáveres más de los que perecían a diario y eran enterrados en fosas comunes sin nombre..........
Crispina Sánchez (Nini), y sus dos hijas sobrevivientes plantaron campamento en uno de los lotes de tierra negra y fértil que irían conformando el cuadriculado Caraballo. A machete fue desmontando la manigua coronada de bejucos de peonias de los alrededores de su casa y sembrando naranjos y orquídeas en su nuevo patio. Vio llegar a más vecinos y como, se fue llenando todo de pozos de brocal con agua a los seis pies de fondo y trillos entre las casas de piso de tierra y ceniza gris apisonada y puentecitos de madera para cruzar las zanjas de drenaje hacia la calle de adivinen, de tierra también…
Así envejeció Crispina, con la carta de libertad que le había pagado su esposo antes de morir en el bolsillo de su saya, pues había nacido esclava; poseía la fama de despertar y tirarse de la cama antes que las gallinas.
AHORA.. La anécdota. .... Lobato un vecino se acercó a Crispina al oscurecer, ella aun barría encorvada y ágil su patio con un ramo de palmiche seco. Recién entrado en la Guardia Rural Lobato debía estar en su primer día de servicio en la guarnición del Condado de Jaruco, bien temprano pues su plaza era en las caballerizas. "Nini", le dijo, "yo necesito que usted me levante lo más temprano que pueda". Lobato se inclinó y tomo una piedra del suelo, “Usted para despertarme me tira este seboruco y que dé en el entablado de la pared que da a mi cama ¡¡¡¡no se le olvide!!!!” 
Ella tomo lo piedra sin decir nada y él enrumbo a su casa por el trillo más corto, ya oscuro, y se perdió entre unos matorrales, las luces de los cocuyos y el concierto de los grillos y las ranas... 
Antes de acostarse el raso Lobato miro su uniforme sus botas relucientes su sable y su sombrero de ala, se sentó en la cama, sopló la llama del quinque y cuando puso la cabeza en la almohada aun sin cerrar los ojos sintió la pedrada en el entablado. Los horcones y las tablas siguen ahí, con esto trato que "ella" también quede.


miércoles, 23 de mayo de 2018

Y se le pican... Resista!!!

Autor: Andrés González

Como un uno redondo y negro en el marfil de una ficha de domino me vi en el espejo un nuevo lunar a medio camino entre la cadera derecha y mi hirsuto sobaco, ilustroles... de ser yo un caballo seria en el mismo lugar donde se hunde la espuela del jinete en el costado de la bestia.
Recordé que el día anterior me había sentado en el jardín en una de las cuatro sillas de mi mesita de patio a disfrutar de esta retardada y escaza primavera con un vaso de vino rosa y la contemplación de unos venaditos que devoraban las recién compradas flores de los vecinos, y había sentido el cosquilleo que me producía debajo de mi camisa, algo minúsculo, que, saliendo del pozo de mi ombligo hacia camino entre los pelos de mi barriga, en dirección ascendente.
Así que, desconfiado del nuevo punto oscuro en mi pellejo y su halo rosado, yo con espejuelos de aumento y más luz, pude verla ya, casi mía… atrincherada… tan aferrada y tenaz, con sus seis paticas, embebida, vampiresa en el fondo húmedo del cráter de la ulcerita que ya era su domicilio.
Costo más trabajo sacarla que a inquilino mala paga, a base de fomentos con alcohol para marearla y vaselina para quitarle la ventilación y ahogarla se soltó de mala gana de mi piel con un click metálico la dichosa garrapata de venado, después de batallar por largo rato con una pinza de cejas que con sus aguijonazos al hurgarme me dieron ganas de salir al galope....
Hablando de galope, así de prisa me llego una pareja de madrugada a una posta medica en un remoto pueblo en mitad de la isla; ella, la esposa aullaba de dolor, habían velozmente cabalgado kilómetros dando espuela a una pobre yegua; pues ocurrió que mientras la campesina dormía un escarabajo, “un gallego" de esos que revolotean en las noches alrededor de las bombillas encendidas se le había introducido en un oído y pataleaba confuso y desorientado en dirección a su tímpano; solo se detuvo con unas gotas de alcohol.........
En Caraballo, Miguel el Gallego espera tabaco humeante en boca, por su pareja en las partidas de domino. A una cuadra de la fonda de Luis, en las cuatro esquinas, que es donde van a jugar, Ramonin Prendes se viste apresuradamente para la cita competitiva, toma el pantalón de gabardina de un clavo de la pared, se alisa las canas con el peinecito de carey, se lo guarda con una caja de cigarros y sus fósforos en el bolsillo de la camisa y sale justo a tiempo para llegar en el momento del tranque y pollona de la pareja perdedora....
Ramonin tiro del taburete y tomo asiento, justo cuando se inclinaba para virar y revolver las fichas, sintió el primer aguijonazo, quemante en un testículo, se paró pálido y crispado por el dolor, su primer impulso fue el de desabrocharse el cinto y bajarse los pantalones, pero el pudor se lo impidió, comenzó a caminar por la acera tratando de regresar, pero esta vez a cada paso, fue más feroz y repetido el ataque a nivel de las ingles y el pubis. Justo cuando pasaba frente a la barbería de Hevia, lo sintió moverse hacia la zona sacra y lo punzo tanto a nivel del hueso de la alegría que se arqueo hacia atrás del dolor, y apuro el paso bufando, cuando pasaba frente a los portales de las moritas y las Aguiares ...
A la altura de carnicería de Rogelio Gutiérrez, llevo su mano atrás ante la mirada curiosa de Orlando que paro de afilar su cuchillo por un momento, lo atrapó, pero a través de la tela del pantalón el alacrán le dio su última estocada en la palma de la mano antes de morir aplastado ….
Cinco difusas moralejas para concluir:
1) Hay que cuidarse de los bichos de seis y de dos patas.
2) El aguijón y la espuela a diferencia de los caballos y los toros, no se han hecho para los hombres….
3) Cuando quiera no tener problemas con los gallegos u otras nacionalidades apague la luz y taponéele los oídos a su mujer.
4) Tenga siempre algo que contenga alcohol en la despensa y por qué no... vaselina...
5) Aunque le pique fuerte allá abajo, en público…. resista, compóngase y nunca se baje los pantalones….



jueves, 15 de marzo de 2018

CHU para allá va el muerto

Autor: Andres Gonzalez

Conocer al enterrador de tu pueblo tiene su encanto, de el para atrás, la atención personalizada es siempre lo que uno busca y desea, cuestión que va desde el que te corta la tripa del ombligo hasta el que a los tres días después de tu entierro le bota el agua a tu jardinera llena de flores marchitas y contorsionantes larvas de mosquitos. Enterrador del cementerio de Caraballo, posición laboral única, de ubicación aislada; un trabajo tranquilo, de poca comunicación interpersonal y eso si físico; pero con la conveniencia de nunca ser nocturno. 

Miguel Viciedo "el patero" fue uno de los sepultureros de Caraballo, su primer oficio fue vender paticas de puerco, de ahí su primer apodo, aunque después cuando la "fiebre porcina" y la subsecuente cuarentena  decretada que hicieron de los puercos un animal extinto  y deseado en la provincia Habana Campo, se dedicó  a  vender coloreados granizados en cucuruchos de papel llenos de hielo frape que rayaba de una cristalina y cóncava piedra de hielo, el cual compactaba y saborizaba a gusto del  acalorado consumidor  a eyectantes chorritos de botella invertida.
Su goteante carrito de tres ruedas y techo de zinc dejo de transitar por las calles también por decreto, esta vez, contra los negocios particulares, apagando el sonido gangarrioso y alegre de su campanilla dorada. Miguel paso a ser de granizadero a enterrador y el sonido de las campanas esta vez de la iglesia, doblando a paso del cortejo fúnebre, fueron las que le avisaban a él, a tres kilómetros del pueblo de la aproximación de otro "usuario". Fue ese su ultimo oficio hasta un día que decidió no seguir entre los vivos...
Trato yo de recordar, si Primitivo Echevarría en esa ausencia inesperada lo reemplazo o si alguna vez fungió en esa posición....  A. Horta, otro sepulturero, si lo recuerdo principalmente porque durante el "periodo especial" al regresar de un entierro y darse cuenta de que le faltaba una pollona de su cría de gallinas se paró en la cerca del patio y le vocifero a voz en cuello a todos sus futuros clientes "ME ESTAN DANDO Y NO SON CONSEJOOOSSS". Si, todo cambia, Chuito el actual sepulturero me paso en esta visita mía, envejecido y celular en mano, en bicicleta pedaleando de frente, entre el contén de la acera del parque y el Chevrolet de los cincuentas con chofer alquilado (más máquina del tiempo que la máquina del tiempo) que me paseo por el pueblo. Lo recordé de chamaco, cuando le tocaba quedarse para agarrarnos uno a uno, jugando al pito pito en las noches cálidas, sentados en la puerta de la iglesia; era veloz corriendo y "nadie" se le escapaba... Si, todo ha cambiado, ya no hay cortejo pues la funeraria está a la salida del pueblo, estimo los redobles de las campanas serán (si son) cortos e innecesarios para prevenir a la distancia que ya partió un nuevo inquilino. Incluso la soledad majestuosa del cementerio ya no es tal, vi colindante al camposanto un nuevo edificio blanco, me explican un “banco de semillas para la agricultura" con empleados vivos y coleantes. ¿¡Diferente verdad?, que idea!?, pero creo al menos hará menos solitaria la jornada laboral de Chuito, hasta lo llamaran para conversar y tomarse un café mezclado, con ellos, quiero decir no tan solitario…. así que olvidémonos, de la PAX de los sepulcros y los campanazos, con llamarlo por teléfono y decirle " CHU para allá va el muerto" basta....




miércoles, 17 de enero de 2018

La Heladera

Autor: Andrés González

Julio, el mes, vendrá pronto y perderemos esta heladera… esa es mi esperanza, y me podré sentar de nuevo, afuera, un rato, escaso de ropas y no tener que lidiar más con tantos tapumes y medias gordas hasta las rodillas......

Julio, "el del bar" se sienta siempre en el mismo banco del parque antes de que suba mucho el sol y se corra la sombra que a sus espaldas baja desde el tejado de la casa de Pipi Rojas. Llega a paso lento con su leva de botones y anchas solapas; sus espejuelos oscuros de cristales calovares y antes de sentarse, se pone la revista Bohemia que trae en una mano, debajo de una axila, saca un pañuelo blanco del bolsillo posterior del pantalón de gabardina y lo despliega, encorvándose, pinzándolo con sus dedos por dos de sus esquinas hasta que lo coloca cuidadosamente estirado sobre los listones de madera azules y blancos. Antes de tomar asiento, mira por encima de los espejuelos en todas las direcciones y con un giro corporal se sienta, no sin antes halar hacia arriba ambas patas de sus pantalones, busca y saca del bolsillo de su camisa una caja de cigarrillos "Ligeros"; se la lleva a la altura de la boca y con los labios pellizca un cigarro que enciende de un perfecto clik con una niquelada fosforera de gasolina, que se ha extraído del bolsillo del saco; levanta la pierna derecha y la pone sobre la rodilla izquierda dejando ver uno de sus zapatos mocasines negros, que mueve haciendo círculos lentos con la puntera apuntando al cielo. Se trepa una media oscura que de tener mejor elástico le hubiese cubierto completa su blanca pantorrilla, aspira una profunda bocanada de humo azul que luego exhala largamente por sus orificios nasales: abre con desgano la revista y la vuelve a cerrar, se saca el cigarro de la boca y lo detiene humeante con los brazos en cruz detrás del espaldar y lo golpea ligeramente para tumbarle la ceniza con tres toques, del dedo anular izquierdo extendido; el mismo en que lleva una enorme sortija dorada coronada de un rojo topacio.

Le responde los buenos días a Gladys Rojas que, atraviesa el parque a paso rápido con un rosario en las manos rumbo a la puerta de la iglesia que acaba de dar un repique de campanas, luego, sigue con la vista a Xiomarita Rojas la de Petra que con zapatos cortebajos negros y medias blancas dobladas al tobillo se va a el Central en el tranvía de Hershey; sosteniendo los cuadernos de escuela contra su tachonada saya de secundaria gris y tres cintas paralelas (no lo culpo, todos mirábamos) hasta que desaparecía su pelado, corto tras los troncos de las palmas y las columnas del bar de Aparicio.

Julio tira de la cadena plateada de su reloj de bolsillo, lo abre y mira la hora, se pone de pie, le da una última chupada al cabo de cigarro que catapulta y proyecta elípticamente usando el dedo medio de su mano derecha y que sigue humeando cuando aterriza en el césped verde en la cima del cantero; mira de reojo al fulgurante sol que ya ha rebasado la horizontal línea del caballete, y suspira (infiero hoy yo, sin esperanzas) y regresa a la cuartería donde vive convencido que nunca tendrá de vuelta su Heladera…..