martes, 31 de mayo de 2016

Cuando el Temporal y la Desgracia pasaron por Caraballo

Autor: Andrés González

El aguacero empezó de madrugada, y con viento, de esos que arrancan de pronto después de un par de retumbantes y luminosos truenos y que le sacan a las planchas de zinc de los techos la estruendosa y única sinfonía que nos regalan la lluvia y los granizos al reventar contra el metal. Al momento se sumó borboteante el ruido de los chorros de las canales llenando las tinajas, las cuadradas latas de aluminio y los barriles de madera con agua de lluvia. Los caraballenses en verdad por los sesentas no estábamos muy pendientes de los pronósticos meteorológicos.
Por los tiempos de este temporal Pepito Rubiera estaría jugando a los agarrados en el parque de San Antonio de Rio Blanco, y nos guiábamos mejor de que por Radio Reloj, su tic tac y su estado del tiempo por el preludio in crescendo del croar de las ranas y los barítonos más espaciados de los sapotoros o, por los refranes, para saber si iba a llover o no ....."Cielo empedrado suelo mojado." sabiamente decía mi madrina Eloisa. Tampoco se llevaba record de la cuantía de la precipitación, se podían contar cuantas palanganas repletas se habían botado de la gotera de la sala, hacia el portal para tener una idea quizás..........
Cuando aclaro ese día y perdida la cuenta de cuantas palanganas ya se habían tirado, me asome por la ventana del patio, seguía diluviando y una uniforme y terrosa capa de agua caída desdibujaba los trillos de los excusados, hacia volver a las gallinas y a los pollos mojados en contra de su voluntad a sus gajos nocturnos y cubría las mangas y las naranjas tumbadas por el viento. Como una sábana acuática y móvil se escabullía entre los límites de todos los patios haciendo suaves cascaditas y dejando gajos y hojas secas atrapadas en las cercas de malla. Como dicen los guajiros vino a "aflojar" al medio día.
Nada mejor que unos pantalones remangados, descalzo y el agua turbia y tibia más arriba de las rodillas, sabía que era un día diferente, Calixto García Street(LA CALLE DE LA CAÑA) convertida en un canal veneziano. Llegué a la esquina de Tito Tavares, vi como un hijo de Figueras haciendo equilibrios sobre el puente de madera ya cubierto por la corriente de la cuneta cargaba a su madre Ciano, sacándola de la casa inundada. Por la esquina de Genobeba dobló un Jeep Willys manejado por Albertico y parado en el estribo agarrado con un brazo del techo y con una cámara al hombro y filmando El Doctor Nicasio. El agua alcanzo la gasolinera de Neno Ibarra y por el Vedado inundo un buen tramo de carretera y casas. De hilo de agua clara y fangosa orilla llena de gusarapos y guajacones se nos transformó en pocas horas en uno de los ríos más caudalosos de la Isla. Sentados en la baranda de Justo Rolo, contemplando a los cocos secos chocar con los muros del puente para luego seguir hacia la finca de Venerando. Vimos atardeciendo ya a tres Jeepes Rusos con largas antenas provenientes de Aguacate, a paso de cortejo fúnebre, comenzaron a pasar con el agua a media rueda, temerosos de apagarse, rápidamente, saltaron los escoltas con armas largas y chapoteando nos pusieron los orificios redondos y negros de los cañones lo suficientemente a la vista para optar quedarnos pasmadamente quietos. Pude verlo por debajo del sobaco del guardaespaldas, sentado al lado del chofer, serio, con su barba negra rojiza, sus espejuelos de marco negro cuadrados, su uniforme y gorra verdeolivo y barras de comandante, le dijo algo alguien en el asiento trasero y que lo escribió en un cuaderno de notas...
Al otro día cuando bajaron las aguas una flotilla de buldozas y motoniveladoras humeantes hicieron más profunda la zanja mientras sobre ellas revoloteaban una nube de voraces garzas blancas.........

viernes, 20 de mayo de 2016

Las apariencias engañan

Autor: Andrés González

Las apariencias engañan o confunden sin intención. En franco SOLO verbal y acalorado desacuerdo sobre qué camino tomar, bajo un sol veraniego de medio día, rumbo, a la Ciudad de Habana de los sesentas de un timonazo, se orillaron en su carro común, en la moderna y transitada Vía Blanca, a media cuadra del letrero que con flecha incluida anunciaba la bifurcación hacia la VÍA MONUMENTAL y el Túnel de la Bahía, Obdulio y su inseparable hermano y copiloto. Se bajaron porque esta era la cuarta o quinta bronca oral del viaje desde que habían pasado por Los cuatro Caminos de Caraballo y, en este, no habían podido tener el mas mínimo consenso de por dónde coger, "Me voy por el Pino", “No dale por San Antonio", "Vámonos por Jaruco vía Tapaste", !NO SEAS BERRACOOO! las curvas de Las Escaleras, además por la Central es más lejos; COME MIERDA! te pasaste de la entrada de Guanabo, te dije que entraras pa’ ver mujeres en trusa!!........
Nada casi todos los hermanos pelean, en plena batalla con gritos estridentes y con las yugulares hinchadas, rojos de ira, así los encontró el policía motorizado que se bajó de su Harley con elegancia, casco blanco, pantalones apretados y polainas negras, los observó pequeños de estatura, encarados como dos pesos plumas, y señalando el letrero "Que sucede ciudadanos?" "Nada Oficial que mi hermano quiere meterse por el Túnel y yo le estoy diciendo que es mejor por la Ciudad Deportiva..."
Ahí es cuando Obdulio saca un pañuelo blanco del bolsillo trasero de su pantalón se quita los espejuelos calovares oscuros y se seca el sudor de la cara, mientras mira al policía que sorprendido y con gesto paternal y conciliatorio les dice dirigiéndose a ambos:
MUCHACHOS PARECE MENTIRA QUE DOS HERMANOS DISCUTAN Y SE GOLPEEN y un poco más condenatorio se viro para el hermano copiloto y le reprocho "MIRA COMO LE HAS DEJADO ESA CARA, ESOS PARPADOS HINCHADOS Y ESOS OJOS ROJOS, PREPÁRATE DEJA QUE SU MADRE LO VEA!"..... Verdad que si.... Las apariencias engañan....

martes, 3 de mayo de 2016

ORO NEGRO EN CARABALLO!!!

Autor: Andrés González

El descubrimiento de petróleo en el subsuelo caraballense se le atribuye a Santo Alonso. Ocurrió por los sesentas; casualmente, sin estudios científicos previos, ni perforaciones a ciegas. Fue cuestión de pura observación un día en que vio intrigado, al darle el sol, unas vetas azulvioletas en la cristalina circunferencia de una cubeta de agua acababa de sacar del pozo de su patio.
No en balde últimamente (pensó) las sopas, los frijoles negros, el arroz, el café de las mañanas, la limonada con hielo de las tardes y todo lo demás le venía con un gusto diferente. Comentó su inquietud con los vecinos más cercanos; Ernesto el Caballitero bajo la escalerilla de su tráiler azul, se acuclillo sin camisa al lado del cubo y metiendo el índice en el agua, lo olió primero y luego lo lamió con una amarga mueca en su rostro. También cruzo la calle mi primo Rodrigo Amores que dejo momentáneamente la construcción a punto de terminar de su yate "CARUCA" que por años acometía en el portal de su casa, diciéndole entusiasmado "Coño Santo esto es petróleo"…...
La noticia corrió de boca en boca (única red social de la época) por todo el pueblo. Creció mucho más el entusiasmo cuando se comprobó que en la rosada pileta de la fuente de agua del patio de la Farmacia del Dr. Larios también el agua al brotar olía y sabía a petróleo. El júbilo nos embargó como pueblo ....!!ORO NEGRO EN CARABALLO!!!
Horondo Santo se paseaba ante la nube de curiosos, sabiéndose poseedor de una fortuna que yacía justo bajo la planta de sus pies; receloso y desafiante se enfrentó a las autoridades que se personaron descendiendo de los rusos yipes verdeolivos.... "Pa’ quitarme esto hay que matarme", murmuraba entre dientes cuando los veía marcharse....
Poco duro la alegría en Caraballo, fue efímero nuestro BOOM petrolero, esta vez (otro cubo, colectivo, pero de agua fría, de nuevo en forma de noticia oral) nos empapó, aguando nuestros sueños de ser un enclave energético y próspero en La Habana Campo.
Trastada que nos jugó a Santo y a todo el pueblo, la traicionera ROTURA del tubo soterrado del tanque de petróleo de la colindante Panadería de Nito Abreu....; Nada.....; Ansias pueblerinas truncadas, …..toda una fortuna perdida y falsa y !qué negocio!, no había ni que refinarlo...........