miércoles, 23 de septiembre de 2015

La Carretera del Pino

Autor: Andrés González

Todos los caminos llevan a Roma, dice un refrán, aunque algunos se tornan tortuosos, con espinas, dolorosos e, irreconocibles. Caraballo sin ser Roma TENIA CUATRO, asfaltados y se le podía entrar por cualquier punto cardinal, sin contar con la Línea y los callejones.
Orgullo fatuo, pueblerino me dirán pero realmente, no éramos un pueblo "boca de saco" "DEAD END" que por donde mismo se entra se tiene que salir, nada de eso. Al llegar a los Cuatro Caminos, prefiero hacer derecha (y hacer este paseo en bicicleta), no haría izquierda hacia Bainoa, aunque si miro en esa dirección puedo ver en la nave del Centro de Acopio, que "llego PAPA” y la están apilando en sacos de yute de 100 libras, junto a unas cajas de maderas por donde asoman comprimidas y verdes las marchitas lechugas embadurnadas con húmeda tierra roja.
Nada mi opción y la de mis amigos, derecha. Adiós le decimos a Nelia Blanco que se prepara en la parte de atrás de su casa a lavar, en su blanca lavadora Americana. Con la brisa del Norte en contra, con un royito de cordel de pita, par de anzuelos oxidados y hechos en casa por Arnelio, un cuchillo de mesa, un corcho de botella y un pomo con fango y lombrices pedaleamos por la Carretera del Pino rumbo al Rio del mismo nombre, pasamos en franca competencia ciclística en viola por encima de los raíles metálicos del Crucero de la Bodeguita de Los Mendoza y de su cerca con sus silbantes pinos. Inhóspita estrecha y gris, silenciosa soleada carretera, solo jadeo, pedal y hierva de guinea a ambos lados que si le arrancas una espiga tiene un tallo tierno verde y dulzón, que se puede masticar y escupir para ir haciendo tiempo.
Al final del esfuerzo lo mejor está por venir, bajar la loma, a partir de la escuelita rural, sin mover los pedales, puedes soltar hasta los manubrios, disfrutar de la velocidad y de la brisa que te seca el sudor, de la sombra, de los enormes árboles,  del impulso, de la gravedad y tener que frenar porque hay inercia suficiente para llegar al Entronque de Jibacoa (pueblo de una sola entrada).
Antes de bajar las bicicletas a la cuneta y empezar a buscar una caña brava o un gajo donde amarrar la pita, recostado a uno de los muros del puente, ves pasar el agua rumbo a Paula, hacia los Jardines de Hershey hacia Santa Cruz del Norte, vaya riito con tantos nombres, si total, es el mismo. Al final de la pesca,  el clásico chapuzón en calzoncillos, en sus oscuras aguas, siempre temeroso de los Cativos, negros y amarillos, culebras de agua, inofensivamente serpenteando entre las raíces y las malanguetas. Me cuentan que ya no existe ese camino, que está invadido de maleza, de matas de espinosas aromas, sin asfalto, con baches enormes, pienso que pese a los inconvenientes los caraballenses siempre hemos tratado de llegar a donde hemos querido y lo hemos conseguido.
La imagen del tercer Papa bajando de su avión en Boyeros, me recordó que cuando vino el primero. Ese diciembre el que escribe (yo) tocaba en mi primera visita a Cuba, como hombre libre, en todas las puertas para tratar de llevarme (infructuosamente) conmigo a mi hija adolescente. Los mismos que hoy reciben y estrechan la mano de Francisco,  me forzaron cuando iba a llegar Pablo a montarme sin contemplaciones, prematuramente en un avión, SIN ELLA y yo llorando como una Magdalena, mire subiendo la escalerilla, desgarrado por el dolor,, como nos decía adiós por segunda vez......
Precisamente llega ella, de Roma hoy, se fue a pasear. Hace dos días, me pase tres horas de pie, en viola, VOLUNTARIAMENTE aplaudiendo a un tipo de barba alto y que entre ovación y ovación, estrenaba su nuevo álbum "TODO TIENE SU HORA”...Caramba es cierto, TODO LLEGA, yo en el Madison deleitándome con la música de Juan Luis Guerra y mi "MUCHACHITA LINDA SAMIRITA POR EL VATICANO”... Cuestión de opciones, fabuloso cuando usted decide por su propio camino..................
Sugerencia:...., Deje de ser una lechuga, aplastada, mustia y fangosa dentro de una caja de madera, trate por usted mismo y olvídese de la pila de PAPAS pues ese río va a estar siempre cundido de Cativos y CAUTIVOS,..... aunque vaya cambiando de nombre, mientras corre y pasa el tiempo.


 

martes, 8 de septiembre de 2015

Las Fritas de José en..... Punta Cana

Autor: Andrés González


Pues sí, sobreviví a la aventura de pasarme siete días en Punta Cana, con su avalancha culinaria, confuso e indeciso a la hora del desayuno merodeando por el restaurant , titubeando si empezar el día con champan o mangu, si con arepas o jamón y queso si con jugos o frutas si con revoltillo o café con leche o atacar el departamento de dulces finos. Así tres obligadas comparecencias ante la mesa cuadrada a lo largo del día avasallado por un enjambre de veloces, afables sonrientes y locuaces meseros, con atisbamiento y vigilancia a distancia del comensal, tan efectivo, que todavía tu copa vacía no ha llegado a aterrizar sobre el blanco mantel ya tienes descendiendo ante tu nariz la próxima sudada y burbujeante Presidente. Inmersiones prolongadas en sombreadas azules tibias y extensas piscinas hasta, que se te arruga y plisa la piel de los pulpejos de los dedos, es heroico pasar una semana sin ingerir agua a no ser de coco y la del hielo de los tragos, y de ahí a dormitar frente a la playa, con la brisa marina, bajo los cocoteros y las sombrillas de guano.
Una tarde oscureciendo, rumbo la ultima cena desde los jardines se me coló por la nariz después de dos décadas el olor a Galan de Noche y dentro del restaurant vi al negro cocinero dominicano flaco y, encorvado virando los bistecs y las hamburguesas en la reverberante plancha de metal entre columnas de humo y vapor, y aroma a cebollas fritas, me pregunto casi paternal: "QUE DESEA EL CABALLERO?", Una hamburguesa conteste, "Mejor cómase dos" Como te llamas? le pregunte mientras le daba un dólar. Me llamo José..............
Al oscurecer los caraballenses vigilábamos a José el de María Antonia, el comenzaba su recorrido a paso lento, desde la Calle de la Línea, con una jaba en cada mano, lo atisbábamos doblar por las Cuatro Esquinas y enfilar rumbo al Bar De Aparicio. ALLÍ ESTABA SU PUESTO DE FRITAS, al llegar, se rebuscaba en el bolsillo del pantalón la llave,  abría el candado, se agachaba ante las dos puertas abiertas y sacaba la bomba de echarle aire al fogón de luz brillante, a ese punto y mientras hacía reverencias sobre el pistón e iba llenando el deposito también se iba llenando el portal de clientes. De las jabas comenzaba a sacar sartenes espumaderas y cuchillos y a poner fuentes esmaltadas con papas rellenas, bistecs adobados tomates rojos, huevos, teleras de pan y..yyyy.sus fritas, las fritas de José, redondas oscuras de picadillo marinado con naranja agria en pirámides como bolas de cañon y con lunares verdes rojos y blancos de ají, cebolla y ajo, te las escachaba con la espumadera, al ponerlas en el pan las rociaba con arte con un pomo lleno de un líquido aceitoso y picante, luego te las adornaba con una papas fritas finas y crepitantes antes de taparlas con la otra mitad del pan......
A veces el cerebro nos juega malas pasadas, o buenas mejor dicho, nos confunde y trampea ,, nos asegura que no hubo nada como el primer amor,  el primer beso, la primeras fritas, LAS DE JOSÉ el negrito, nada como el olor a GALÁN DE NOCHE ......
EN CUANTO A, PUNTA CANA, Y su magnetismo, UN PLAN BIEN ELABORADO, una trampa, de olores y sabores y buen trato......para que regreses.