Puse la olla de presión con frijoles negros al fogón, curioso me fui a
ver en la computadora como están los precios de las vacaciones en los cruceros,
al mismo tiempo que en la contestadora del teléfono oigo la melodiosa voz de la
secretaria de mi dentista vietnamita dándome una cita para rellenar un viejo
hueco entre dos muelas con un nuevo puente o un implante dental y una corona,
El caso es que aparentemente con ese mensaje, si acepto, saldría por ahora
volando al techo la idea de verme amaneciendo como un rey, mirando el Caribe
Azul y tomando Coronitas.
Dudoso seguí cliqueando, y me encontré con una foto actual del Crucero
Aurora, vi que la bandera en su proa ya no es roja....Quien se la quitaría?.........
A mediados de la década del 60 los caraballenses adultos teníamos 32
oportunidades permanentes de un dolor dental pero un solo día de la semana para
eliminar el sufrimiento, ese día era el Domingo, así que cuanto más cercano al
fin de semana aparecía tu "urgencia estomatológica" más afortunado debías
sentirte dentro de la adversidad pues usabas menos tiempo, hielo en la cara y, algodoncitos
con alcanfor dentro del cráter oscuro de tu doliente muela. Pues sí, tu alivio
llegaba temprano el Domingo, de la Habana, en forma de mujer, menuda y de baja
estatura, canas disimuladas con tinte azul claro, la Doctora Flora Delgado,
cargando su cartera con instrumental, atemorizante y estéril, alquilaba en la
casa de Tano Ibarra frente al parque infantil una sección que daba a la cuadra
de Orestes Pelota, dividida por una puerta de dos hojas de vaivén, la salita de
espera (con sus asientos de caoba y pajilla, colocados en u), de su sillón de
dentista.
Afuera en el portal un banco de madera para esperarla sentado por orden
de llegada..... A mí me llego mi dolor de muelas un Martes y espere el Domingo
desesperadamente, como solo se esperan aquí los fines de semana, a las 5 AM
camine la media cuadra que me separaba del parque con diez pesos en el bolsillo
del pantalón y una neblina densa, "londinense", que apenas si se veía
la amarilla luz del foco en lo alto del poste de la esquina de María Antonia
rodeado de un halo gris. Cegado entre la neblina, la oscuridad previa al alba y
el dolor, pude ver que había un guajiro ya sentado en el banco con el primer
lugar, solo me dijo "desde el Lunes lo tengo" y se volvió a ensimismar
en su dolor, al igual que yo en el mío, fue entonces que doblo alguien la
esquina, me pareció un anciano con sombrero y andar cansado, él no nos vio, se paró
en el medio de la calle y comenzó a hacer zig zags de cuneta a cuneta, con
resoplidos furor y rabia fue desenterrando las banderas rojas permanentes que
adornaban la calle celebrando algo todos los meses, y que nunca había que
quitar, (ese mes la Revolution Bolchevique) las tiraba lejos dentro de los
jardines de las casas con odio, a media cuadra se perdió él, pero no el sonido
de la extracción de banderas ... El guajiro fue el primero en sentarse en el sillón
cuando la doctora abrió la puerta, los demás nos sentamos en el salón de
espera, al lado, en casa de los Ibarra a través de la pared de tablas se oían
los sonidos cotidianos del despertar familiar, una olla de presión pitando; Rubén
el tío de Cuqui y Margarita han puesto los frijoles temprano,...Saltan y me
estremecen los quejidos del guajiro por encima de la puerta biombo, contemplo a
la bella Yaya Piquero la esposa del Dr Ibarrola que se va a hacer un empaste y
me doy cuenta primero que si estudio medicina puedo aspirar a mujer bonita, y
segundo que ya no tengo ningún dolor, casi me voy, pero ya no hay tiempo, ahí
sale el guajiro como un cowboy, apartando las puertas de la cantina, sudoroso y
feliz, detrás al fondo sonriente Flora dice "el proximoo".....
Sentado en su sillón, oigo como ruedan sobre el platillo de mármol los
instrumentos que saca de su cartera envueltos en una tela, tiene puesto Revista
Semanal en Radio Reloj Nacional, me dice que le fascina oírlo y que, la
instruye, también mientras prepara la anestesia y me erizo cuando me pone los
algodones en la boca y aterrorizado veo la aguja gotear frente a mis ojos la
oigo cantar bajito, llega el momento crucial, siento el metal colándose entre
hueso y encía, me hago un arco pero ella sigue tarareando, y el radio junto a
mi oído "TIC TAC TIC TAC " "Radio Reloj da la hora" dice el
locutor de voz gruesa TALAAN, "8.34 minutos.., este mes celebramos un
aniversario más del glorioso día en que el Crucero Aurora..... hoy todos los
trabajadores voluntariamente en este Domingo Rojo....." del lado de Tano
CHEESS CHEES oigo la olla mucho más acelerada, abro los ojos veo dentista
frente fruncida por el esfuerzo y el azul de sus canas y la siento mover mi
muela de un lado a otro con la pinza con profesional ferocidad, "Radio
Reloj da la hora"..."TALAANN!!!" 8 35 minutos, con una andanada
el Crucero Aurora anuncio al mundo...." ahí fue cuando se oyó el
zimbombazo del otro lado de la pared, BANG!!!y sonido de tablas quebradas ,
voces alarmadas, Hilda gritaba "RUBÉN RUBÉN QUE PASO"? abrí los ojos
y vi mi muela ensangrentada, contrastando con el azul del pelo de la Doctora
Delgado, ella yo y todos los demás salimos y entramos en casa de Tano pensando
lo peor; la tapa de la olla había volado dejando una estela de frijoles negros
en la pared de la cocina, e hizo un hueco en el techo por donde se veía el
cielo azul; yo vire al sillón, recogí mi muela, deje los diez pesos sobre el
platillo, salí a la calle; comprobé que el viejo había arrancado las dos
hileras de banderolas rojas hasta el final de la cuadra, más tarde vi marcharse
a la Dentista en el Chevrolet de Evelio el Cojo; ella se viro antes de entrar
al carro y me dijo "no hagas buches". Aliviado quede metiéndome
involuntariamente la lengua en mi nuevo hueco, pero conforme de saber quién me
lo había hecho, a diferencia me quedo el desconsuelo de no saber quién ese Domingo
Rojo sobre cumplió la norma de desaparición de banderas rojas y huecos en las
cunetas, hoy entiendo porque las arrancaba, con tanto ardor y pasión, hoy lo esperaría
al final de la cuadra con un diploma y una medalla, en el portal de la
bodeguita de Eulogio y Aurora….
Los dejo.. voy a ver mi olla que está pitando y tratare de escoger entre
este Dentista Vietnamita y su afán de hacerme un hueco en mi bolsillo con su
corona o la posibilidad de ver la AURORA o el ALBA haciendo buches con Corona
en un Crucero.
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