Autor: Andrés González
Casi todos veneramos y recordamos gratamente a nuestros
maestros, personalmente no recuerdo a ninguno que me hubiese infringido ningún trauma físico o psicológico, cosa común hoy en día, según "primer
impacto" y similares, contándonos a diario como son traumatizados a sus
tiernos 17 jóvenes varones por curvilíneas maestras rubias de ojos
azules dejándolos destruidos emocionalmente y demandándolas en los
tribunales por millones de dolares y enviándolas a prisión......... Ese
de la foto el mulato es mi profesor de Geografia de la Secundaria de
Hershey, Frank Grau, tiene cargado a su hijo el ultimo que procreó con
Dolores, su Caraballense alumna, el dándole clases se enamoraron
(situación aceptada, epidémica y normal en la época) se casaron, en
cuanto pudieron vinieron para acá (también epidémico) y yo en cuanto
llegue a Nueva Jersey me fui a visitarlos a Pensilvania donde vivían con
su hija Franka, fuimos todos los que ven en la foto Norma y Reinaldo
Rojas (el fotógrafo), Ofe Felito Arteaga otro pupilo de el y un
servidor, Frank con una tiza, un pizaron y un mapa de pared me educó
más en Geografia que el Discovery Chanel, con dominio histrionico de su
clase te llevaba a pararte debajo de la sombra de un Árbol Gigante
Secuolla en California, venia de la Habana en tren junto con muchos
maestros mas, entre ellos una profesora de Ingles en sus veinte y picos,
ojos color de miel que usando su boca roja y pulposa nos mostraba
como poner los labios y la lengua para producir la fonética inglesa, que peligro tan inminente, hipnotizado hubiera dejado que me
cortaran la mano izquierda por un beso de ella........ Que les puedo
contar de mis maestros en Caraballo, fenomenales, pedagógicamente
maravillosos, de la Escuela Católica se de oídas, y si no me equivoco
todas las maestras eran monjas una similitud recordable con la escuela
publica Miguel Mateo que estaba en la esquina frente la casa de Serafin
Travieso era que en ambos patios se competía con "La pera" que era un
poste con una soga amarrada a su mástil con una bolsa pelota de arena
amarrada al otro extremo y donde dos competidores a manotazo limpio
trataban de enredarla primero al poste, no se ve eso ya eh?,, ah! y las
letrinas múltiples de los patios; tuve la suerte de pasar por las aulas
de Cira en el Kinder que estaba frente al taller de Neno Ibarra, estas
maestras sabían tocar piano (Las Aguiar Estela Estelita}, maestros los habían locales y los que venían de otros pueblos, incluso de las
ciudades de La Habana y Matanzas. Milagros Oramas era una eminencia en Pedagogía, de estatura mínima no había quien le faltara el respeto, Eva
Acosta, Estercita, Marta Hidalgo de Bainoa se de muchos que me faltan perdón, Lazaro Brito, todos tienen mi respeto, mas ahora que de retirada
estoy en "el giro" y veo "no es fácil" por ultimo una mención
especial para Miguel el esposo de Carmen Caraballenses por advenimiento
al mudarse frente al parque a la casa que fue de una famosa Margot la
peluquera, lo recuerdo disertando historia de Cuba comiéndose las
galletas de soda de una lata abierta sobre su buro que era nuestra
merienda, figúrense yo que soy escrupolosísimo, dando matemáticas un
maestrazo y por la noche en un banco del parque haciéndonos los
cuentos de relajo mas floridos versátiles verdes y picantes que aun
recuerdo con hilaridad en mi indemne y nunca afectada memoria emocional.
NO LO DEMANDARÍA NI AUNQUE ME CORTARAN LA MANO DERECHA Dios Bendiga a
todos nuestros maestos,.........